Montamos en el barco Che Guevarra (por estas tierras los iconos de camisetas le ceden su nombre a objetos más pragmáticos) para navegar durante una hora por el lago Cocibolca. Son las 7h de la mañana y el sol es abrasador... un gusto tenerlo como aliado. Comienzan a vislumbrarse la silueta de los dos volcanes... un amanecer de postal ñoño me da la bienvenida y yo me dejo seducir por la cursilería del momento
el barco un poco destartalado pero las vistas I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E-S!!!!
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